A lo largo de los años, la atención psicológica se ha limitado a aquellas personas que han podido asistir en forma presencial al consultorio del profesional. De ese modo, se han visto impedidos de recibir la atención quienes por tener alguna dificultad transitoria o permanente, no han podido salir de su lugar de residencia y trasladarse al consultorio.
Esas dificultades muy frecuentemente pueden haber sido básicamente impedimentos físicos, carencia de autonomía para desplazarse, con la consiguiente dependencia de alguien que asista a la persona en el traslado, una internación domiciliaria o en centro de salud, entre otras.
Esta situación que tan frecuentemente vemos aún hoy día, puede potenciar el sufrimiento de la persona que necesita de la intervención psicológica, de tal manera que es alarmante ver cómo se incrementan los niveles de angustia, ansiedad, miedo, inseguridad, y no se facilita que la persona logre salir del sufrimiento que le aqueja y avance hacia una mejor calidad de vida física, emocional y social.
Tomemos en cuenta que todas las personas tienen el mismo derecho a recibir atención y cuidar de su salud física y emocional, y ambos aspectos se inciden mutuamente. Vale decir, los aspectos emocionales, afectan la salud física, sea enlentenciendo o facilitando la mejora de la condición física de personas que están en convalescencia, o en preparación para una intervención quirúrgica, o tienen alguna enfermedad crónica, terminal, etc. Del mismo modo, el equilibrio emocional, muchas veces se ve afectado por dolencias o sufrimientos físicos, llegando en algunos casos a que la persona padezca desde un incremento de preocupación, angustia, tristeza, a cuadros más severos como depresiones, crisis de pánico, entre otros.
En tanto la ayuda psicológica es una herramienta fundamental en el abordaje de sufrimientos emocionales cuando la persona no puede resolverlos ni hallar el modo de hacerles frente por sí sola, le brindo la posibilidad de recibir atención psicológica cómodamente en su domicilio o lugar en que esté residiendo temporal o permanentemente.
Hay tres modalidades de atención a domicilio:
1 – Presencial: ud no tiene que trasladarse, sino que le visito personalmente y recibe la atención cómodamente donde está, en el día y la hora que acordamos previamente (dentro de Montevideo).
2 – On-line: se realiza a través de video-llamada (Skype o Facetime), en el día y la hora que acordamos previamente.
3 – Telefónica: se realiza a través de una llamada telefónica, en el día y la hora que acordamos previamente. Nosotros realizamos la llamada a teléfono de línea fija.
Lo única gestión que ud debe hacer es contactarnos telefónicamente para que podamos coordinar el día y la hora de la consulta.